Sospechan que los directivos desviaron fondos para negocios no declarados.
El Comité Ad Hoc de Acreedores Internacionales de Vicentin SAIC presentará una querella contra la cerealera argentina «para que se investigue el posible delito de estafa». «Hemos solicitado que se investigue si las autoridades de Vicentin presentaron información financiera falsa para obtener créditos por cientos de millones de dólares», informaron voceros del grupo de bancos que tienen créditos impagos por 500 millones de dólares en el concurso preventivo que se tramita en el juezgado criminal y comercial número uno de Reconquista, Santa Fe. La presentación se realizará ante la Fiscalía de delitos económicos de la ciudad de Rosario, entre otras razones dada la desconfianza que el grupo de entidades acreedoras extranjeras tiene respecto del juez Lorenzini, a cargo del concurso preventivo, tal cual lo manifestaran en escritos presentados ante tribunales de Manhattan.
El Comité está integrado por la Corporación Financiera Internacional (miembro del grupo Banco Mundial), FMO (banco de desarrollo controlado por el estados holandés), ING, Rabobank, Natixis y Credit Agricole. Se trata, en todos los casos, de grandes corporaciones financieras a nivel global que usualmente participan en la prefinanciación de exportaciones de grandes traders cerealeros de todo el mundo. El caso Vicentin, tal cual lo señalaron ante los tribunales estadounidenses, en caso de comprobarse las sospechas planteadas lo convertiría en «uno de los mayores escándalos financieros mundiales» en décadas.
La sospecha hace referencia, entre otros elementos, al informe trimestral al 31 de julio de 2019 que Vicentin presentó a sus acreedores externos –cumpliendo con el compromiso de brindar información periódica sobre la situación financiera y económica de la empresa–, en la que reflejaba una situación óptima, una proyección favorable de exportaciones y ningún signo de dificultades financieras. De ese modo lograba renovar periódicamente los créditos de prefinanciación de ventas de granos a todo el mundo.
No existía allí ningun indicio de lo que sucedería en los meses siguientes. En agosto empezó a incumplir sus pagos con el Banco Nación, a partir de septiembre empezó a retirar de la cuenta del mismo banco estatal, sucursal Reconquista, los fondos en dólares que ingresaban por exportación y que constituían la garantía de pago de los créditos. Pero, con autorización de las máximas autoridades del Nación, encabezadas por Javier González Fraga, sacaba el dinero casi a diario. Sólo semanas después, en los primeros días de diciembre de 2019, Vicentin se declaraba en «estrés financiero», decretaba la cesación de pagos y entraba en el proceso que desembocaría en la convocatoria de acreedores.
Esa sospecha fue llevada a tribunales de Nueva York por el Comité de bancos acreedores, considerando que Vicentin también operaba y efectuaba pagos a través de esa plaza. El procedimiento que se abrió, llamado «Discovery», intenta descubrir si hubo desvío de fondos por parte del holding argentino para burlar el destino previsto para los créditos obtenidos, pudiendo haber provocado una situación de insolvencia que convirtiera en «incobrable» los créditos.