La primera potencia mundial acumulaba hoy 199.890 muertes por el nuevo virus, una cifra de decesos impensada hace siete meses.
Estados Unidos se encaminaba a convertirse hoy en el primer país con más de 200.000 muertos por coronavirus, una marca simbólica que lo consolida como el más afectado del mundo y complica las chances de reelección del presidente Donald Trump en noviembre.
La primera potencia mundial acumulaba hoy 199.890 muertes por el nuevo virus, según la base de datos de la Universidad Johns Hopkins, una cifra de decesos impensada hace siete meses, cuando registró su primer fallecimiento, a fines de febrero.
Además, también es el país con más casos del mundo, más de 6,8 millones, según la universidad de Estados Unidos.
No obstante, la tasa de mortalidad por la pandemia en Estados Unidos es de 60 decesos por cada 100.000 habitantes, por debajo de otros países como Reino Unido, Ecuador, España y Brasil, y el país ha mostrado una mejoría en la progresión de la mortalidad.
En números acumulados, los estados de Nueva York (33.000 muertes), Nueva Jersey (16.000 muertes) y Texas y California (sendos 15.000 fallecidos) siguen siendo algunas de las regiones más afectadas del planeta por la pandemia.
Desde que registró su primer caso, en enero pasado, hasta hoy, Estados Unidos ha alcanzado un número de víctimas que en marzo, cuando comenzaron a tomarse las primeras medidas de contención, parecía imposible.
Estados Unidos atravesó dos olas: la primera afectó sobre todo a la costa este, con Nueva York como epicentro, con unos 25.000 nuevos casos diarios entre abril y mayo y 2.000 muertos en un solo día.
La segunda se cebó con estados en el sur del país, con unos 60.00 contagiados diarios en julio y más de 1.000 fallecidos.
Los contagios volvieron a reducirse en agosto tras imponer nuevas medidas de contención, cierre de negocios y zonas de ocio y sobre todo después de que los republicanos abrazaran el uso de las mascarilla como principal medida de prevención.