Autoridades de Ucrania dijeron que los bombardeos rusos alcanzaron casas, negocios e «infraestructura civil» en localidades de la periferia de Kiev, la capital, y en la también norteña ciudad de Chernigov.

Rusia descartó este miércoles un rápido fin de su invasión a Ucrania y autoridades ucranianas denunciaron decenas de bombardeos rusos en regiones donde Moscú había prometido reducir sus operaciones de combates luego de avances en negociaciones de paz.
Las afirmaciones y los ataques reforzaron el escepticismo con que Ucrania y países occidentales habían recibido la promesa rusa y asestaron un golpe a esperanzas que ésta había generado de que el fin de la cruenta guerra estuviera finalmente a la vista.
Autoridades de Ucrania dijeron que los bombardeos rusos alcanzaron casas, negocios e «infraestructura civil» en localidades de la periferia de Kiev, la capital, y en la también norteña ciudad de Chernigov.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania, por su parte, dijeron que el Ejército ruso intensificó sus ataques contra la ciudad oriental de Izium y en la región de Dontesk, en el Donbass, también en el este del país, tras movilizar allí unidades que estaban en otras regiones.
A casi cinco semanas del inicio de la guerra, el organismo de la ONU para los refugiados informó este miércoles que la cifra de personas que huyeron de Ucrania por el conflicto superó los 4 millones, un nuevo hito en la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que no veía razones para creer el anuncio de Rusia de que reducía su actividad militar en torno a Kiev y Chernigov, dado lo que sigue sucediendo sobre el terreno.
En Moscú, el vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que las negociaciones de paz celebradas el martes Turquía no dieron lugar a nada «muy prometedor» ni a ningún «avance» y que quedaba mucho trabajo por hacer para lograr la paz.