El sumo Pontífice sostuvo que «tanto una violación, como una traición, el abuso sexual por parte del clero y su encubrimiento por parte de obispos y superiores religiosos ha dejado una herida indeleble en el cuerpo de Cristo, la Iglesia, debido al daño causado a tantas personas».

El papa Francisco pidió que la lucha contra los abusos sea «prioridad» en las iglesias latinoamericanas y consideró como una «herida indeleble en el cuerpo de Cristo» los ataques sexuales por parte de miembros del clero.
«El trabajo de establecer procedimientos claros para la protección de las personas vulnerables en la Iglesia debe convertirse en una prioridad en cada iglesia local», planteó el pontífice en un mensaje enviado para la apertura del II Congreso Latinoamericano de prevención que se desarrolla en Paraguay y lleva por título «Atender, Informar y Comunicar: claves para una gestión eficaz en los casos de abuso sexual».
En su mensaje, un día después de cumplir una década como Papa, Francisco sostuvo que «tanto una violación, como una traición, el abuso sexual por parte del clero y su encubrimiento por parte de obispos y superiores religiosos ha dejado una herida indeleble en el cuerpo de Cristo, la Iglesia, debido al daño causado a tantas personas».
Para el pontífice, que el año pasado dio rango constitucional en la Santa Sede a la comisión que combate y previene la pederastia, «el abuso sexual por parte de cualquier persona en la Iglesia, siempre que haya ocurrido, es un peligro claro y presente para el bienestar del pueblo de Dios y su mal manejo continuará degradando el Evangelio del Señor a los ojos de todos».
«Cualquiera que disminuya el impacto de esta historia y minimice el peligro actual deshonra a aquellas que han sufrido tanto y engaña a aquellos que dicen servir», afirmó.
En su mensaje, el Papa advirtió a los religiosos latinoamericanos que no permitan que «la falta de recursos» sirva de impedimento para promover medidas de prevención adecuadas.
«¡No se debe permitir que las crueles desigualdades que afectan a nuestras sociedades afecten a nuestra Iglesia!», subrayó.
El Sumo Pontífice recordó que «los líderes de la Iglesia han hecho mucho para enfrentar este mal y evitar que se repita» y los instó a organizar «más eventos de este tipo» debido a que sirven a la «escucha, reflexión y ayuda».
Otro de las metas -continúo- es “brindar información adecuada, tenerla disponible y comunicar sobre las distintas situaciones. Mostrar una iglesia que se abre y que no tiene ningún prejuicio” con respecto a los casos de abusos.
Destacó que en los últimos años hubo avances y que la Iglesia “está siendo cada vez más consciente del problema. Vi un avance significativo, aunque falta mucho. Los temas se están abordando”.
Fuente Télam