Pese a las posiciones en contra de la opinión pública, el gobierno reiteró su apuesta de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030.

El gobierno francés aprobó este lunes su reforma de las pensiones, contra la que se manifestaron más de un millón de personas en diversas protestas, que empieza ahora su trámite parlamentario mientras se mantienen las muestras de rechazo.
Pese a las posiciones en contra de la opinión pública, el gobierno reiteró su apuesta de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 el aumento de los años de cotización necesarios para cobrar una pensión completa (de 42 a 43).
«Las medidas de edad que adoptamos son las que nos permitirán equilibrar el sistema (de pensiones) en 2030», defendió en rueda de prensa el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, quien reconoció un «desacuerdo» en estos puntos con los sindicatos, recogió la agencia de noticias AFP.
El pleno de la Asamblea Nacional (Cámara de Diputados) comenzará a debatir el proyecto de ley a partir del 6 de febrero, antes de su llegada al Senado. Los partidos de izquierda y la oposición de extrema derecha ya anunciaron que votarán en contra.
Télam