El dólar blue opera en su récord histórico por encima de los $220. A su vez, el financiero tira al alza.

El Dólar Blue se vende a $224, su récord histórico. De esa forma, se ubica por encima del solidario, pero sigue por debajo del financiero. Hoy la brecha entre el billete libre y el oficial es alrededor del 74%, lejos del techo de 150% que se llegó a observar a mediados de octubre de 2020.
El lunes de la semana pasada el paralelo pegó un fuerte salto de $6, tendencia que se intensificó al día siguiente al escalar $8 más hasta los $224, un nuevo récord histórico. Sin embargo, el miércoles sufrió un fuerte golpe y retrocedió $7. El jueves volvió a descender hasta los $216. Este martes, después del feriado por el Día de la Bandera, rebotó y sumó $4 hasta los $220.
A su vez, el dólar financiero cotiza en verde. El MEP o “Bolsa” salta 0,5% hasta los $229,86. Asimismo, el Contado Con Liqui (CCL) escala 0,8% hasta los $237,28. En cuanto a las divisas bursátiles no regularizadas, el MEP atado al GD30 gana 0,5% hasta $229,70 y el CCL Cedear cede 0,2% hasta los $237,45.
El dólar financiero cerró el primer mes del año en alza: el MEP sumó 8,9% durante enero, mientras que el CCL escaló 20,9%. Sin embargo, en febrero sufrieron su mayor baja mensual desde octubre de 2018. El CCL finalizó febrero en $204,7, mientras que el MEP cerró en $194,7, su valor más bajo desde diciembre pasado. En marzo y en abril el dólar bursátil mantuvo esa tendencia bajista. Sin embargo, en mayo rebotó: el MEP escaló 0,8% y el CCL trepó 2,1%.
Por ultimo, el dólar oficial aumente 0,2% y se comercializa en los $128,75. Lo mismo ocurre con el dólar solidario, que e posiciona en los $212,44.
A mediados de septiembre del 2020 el BCRA endureció el cepo al dólar, estableciendo un recargo del 35% a la divisa extranjera en concepto de retención del Impuesto a las Ganancias, además de anunciar que las operaciones con tarjeta de crédito que se realicen en el exterior serán computadas dentro del cupo de los US$ 200 mensuales, entre otras restricciones.
Fuente El Economista