El piano Yamaha fue comprado en 1975 por Mercury y usado para componer casi todas sus canciones.
El piano de Freddie Mercury fue vendido este miércoles en Londres por una cifra millonaria. Fue como parte de una subasta organizada por Sotheby’s, en la que también salieron a la venta miles de objetos que pertenecieron al cantante como el manuscrito del famoso éxito de Queen «Bohemian Rhapsody».
Por el instrumento se pagaron más de u$s2 millones. El precio finalmente fue inferior a la estimación publicada por la casa de remates, que era de entre 2 y 3 millones de libras esterlinas.
El piano Yamaha fue comprado en 1975 por Mercury y usado para componer casi todas sus canciones más famosas. El manuscrito de 15 páginas escritas con bolígrafo en hojas con la marca de una compañía aérea actualmente desaparecida, British Midland Airways, revelan el proceso de creación de este éxito, que hubiera podido llevar por nombre «Mongolian Rhapsody», y alcanzó el precio de u$s1,7 millones.
La sesión comenzó al ritmo de «We Will Rock You» y la primera venta fue la puerta de Garden Lodge, la casa londinense de Mercury, que estaba recubierta de grafitis de fans y se vendió por 516.000 dólares, lo que pulverizó la estimación inicial, que era de entre 15.000 y 25.000 libras. También fueron subastadas pinturas de Chagall, Dalí y Picasso que adornaban su casa, además del último cuadro que adquirió un mes antes de su muerte, un óleo de James Jacques Joseph Tissot.
Todos los objetos en venta son de Garden Lodge, la casa de Mercury en West London y la colección fue puesta en venta por Mary Austin, una amiga cercana que llegó a ser la prometida de Mercury. «Mary Austin ha vivido con la colección y la ha cuidado por más de tres décadas», comentó a AFP Gabriel Heaton, especialista en libros y manuscritos de Sotheby’s, quien también destacó que al cantante «no le interesaba tener un museo de su vida, pero le encantaban las subastas», al punto de ser visitante frecuente de las ventas de Sotheby’s.
También fueron subastados junto a sus fotos Polaroid personales, sus trajes escénicos más extravagantes, como su camisa hawaiana y la camiseta sin mangas de Superman, y las botellas más selectas de su bodega, como algunos Dom Perignon, junto a artículos más íntimos, tales como un libro de poesía con anotaciones personales, un peine para bigote y juegos de mesa, incluyendo un Scrabble, en el cual Mercury era sobresaliente.
Parte de los ingresos serán donados al Mercury Phoenix Trust y la Fundación Elton John para el SIDA, dos organizaciones involucradas en la lucha contra el sida. Sotheby’s asegura que se trata de la mayor colección por volumen de un ícono cultural en ser subastada desde la de Elton John en 1988, cuando se vendieron 2.000 lotes por un total de 4,8 millones de libras.
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